Trofeo zamak figura kimono oro viejo sobre base de madera de caoba

El trofeo Kimono combina arte y simbolismo en su diseño. Con el kimono como figura central, este trofeo está elaborado en zamak color oro viejo, creando un impacto visual que destaca en cualquier premiación. Su forma detallada imita el tejido de un kimono, irradiando majestuosidad y honor.

La base rectangular de madera con acabado en caoba proporciona un soporte robusto y elegante. Su superficie lisa contrasta bellamente con la textura del kimono, otorgándole una estabilidad que perdura con el tiempo. Esta base se convierte en el lienzo perfecto para un grabado láser personalizado, añadiendo un toque personal e inigualable.

Cada ceremonia de entrega se convierte en un momento especial cuando el trofeo Kimono se sitúa en el centro del escenario. La identidad del trofeo se enriquece con la opción de incluir un emblema en color dorado. Este detalle eleva el significado de la premiación, recordando a cada ganador su esfuerzo y dedicación.

Con una altura total de 20,5 cm, el trofeo completa su presencia majestuosa con un peso de 1,10 kg, garantizando que el ganador se sienta orgulloso y emocionado al sostenerlo. Este trofeo no solo celebra logros, sino que también se convierte en un recordatorio tangible de momentos de triunfo personal.

Especialmente diseñado para competiciones de judo, el trofeo Kimono representa fuerza y disciplina. Es un objeto de reverencia que cuenta historias de victorias inolvidables. Se convierte en una pieza central en cualquier vitrina, donde el resplandor del zamak en oro antiguo cuenta la historia de la excelencia alcanzada.

Para cada entusiasta y organizador de eventos, el trofeo Kimono ofrece personalización detallada. Con su acabado en caoba y grabado específico, cada trofeo es tan único como el evento que celebra, permitiendo que cada ocasión sea recordada y valorada por años.

Descubre por qué nuestro trofeo Kimono es la elección ideal para tu próxima competición o evento de reconocimiento. Creado con precisión y elegido por su capacidad para inspirar y celebrar, es un símbolo de logro que nunca pasa desapercibido.